domingo, noviembre 25, 2007

Las colas traen cola



A raíz de la atención prestada recientemente por algunos medios, como Cuatro o El Mundo, al triste fenómeno de la formación de larguísimas colas ante determinadas dependencias administrativas, así como algunas de sus consecuencias -varios días de espera para conseguir un simple documento, pasar la noche como se puede, peleas cuando alguien intenta colarse o incluso venta de los puestos en la cola-, también algunos blogs de la blogosfera pública se han ocupado del mismo tema.

Por mi parte, todos los días que paso por la oficina de expedición del DNI y Pasaportes de la calle Almagro, nº 28 -en Madrid-, camino de mi oficina, puedo contemplar una larga y oscura cola ante la misma. Y el mismo panorama, o peor, te encuentras unas manzanas más allá, en la Comisaría General de Extranjería y Documentación de la calle Santa Engracia nº 18.

El caso es que esa oficina de Almagro emite el Dni electrónico, según la web de la Policía, lo que no deja de resultarme paradójico: La Administración que te provee del documento de identidad que te abrirá la puerta a un supuesto paraíso digital genera largas colas tercermundistas para poder conseguirlo: Aquí hay algo que no funciona.

Quizá por eso me he sentido tan identificado con el comentario de Maria López a su idea de mejorar la oficina de atención al público, propuesta en las 1001 ideas para mejorar la Administración.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Rafael;

Te comunico que he incluido tu blog en mi blogroll.
Por cierto... el mundo es un pañuelo. Tras echar un vistazo a los contenidos a tu blog me he detenido en el post del 4-11-2004 porque me sonaba la cara de tu amigo "Gerardo Olivares", y he llegado a la conclusión que hemos estudiado en el mismo colegio, aunque yo iba algunos cursos por delante de tí.
A que estaba en el Brillante...?

Un saludo

Rafael Beitia dijo...

Gracias, Bartolomé, por incluirme en tu blogroll.
Y sí, pasamos por las mismas aulas aunque con algunos -pocos- cursos de diferencia. Precisamente, hace unos meses, las volví a visitar con ocasión de los 25 años de la promoción.
Un abrazo.